Las dos dimensiones de la Reingeniería Humana

El post Borrar los mensajes de la infancia para desarrollar la potencialidad humana nos puso a pensar a varios, este nuevo artículo sobre la Reingeniería Humana lo dejo especialmente para Angel Nicolás, espero te sea de utilidad.
Angel decía: «…suena a algo muy complejo…» y en realidad lo complejo es sólo el nombre.

Imagen grupoalben.com

Reingeniería humana dentro de la organización es rediseñar los procesos de interacción entre las personas que la forman. Ej:reuniones, entrevistas de venta, sistemas de comunicación, negociación, conducción, etc.

Reingeniería humana en lo personal es conocerse a si mismo, cambiar los paradigmas establecidos en la primera formación de cada uno como persona. Saber que somos lo que creemos ser y en base a eso volver a modelar nuestras creencias y actitudes

En un tiempo de cambios constantes y turbulentos como los actuales las organizaciones se enfrentan a esos cambios de dos maneras, voluntariamente planificando la estrategia a seguir , o involuntariamente sufriendo las consecuencias por no haber tomado medidas a tiempo.
Sabemos que los procesos de cambio generan incertidumbre y miedos porque la gente se acostumbra a la comodidad de lo conocido, pero para que la resistencia al cambio no sea drástica o afecte a la productividad los directivos deben saber guiar y liderar las acciones a seguir.
Las empresas hablan de Reingeniería de procesos y cambios substanciales en la organización para adecuarse al nuevo entorno, pero el eslabón fundamental entre la Reingeniería de Procesos y el Éxito es la Reingeniería Humana, porque son las personas las que llevarán adelante esos procesos, son los actores del cambio pero esos actores deben conocer la obra a la perfección y sentirse totalmente confiados de su rol a cumplir.

Ante un proceso de reestructuración de la organización se hace necesario obtener resultados en función del clima laboral, el trabajo en equipo, la cooperación, la colaboración y el compromiso de todos los colaboradores en el nuevo proyecto.
Para lograr eso es necesaria una acción preventiva por parte de los directores o responsables de recursos humanos, una acción que prepare al personal con las competencias y capacidades necesarias para afrontar el cambio.

Rediseñar el factor humano tiene dos áreas de trabajo:

1. Técnicas de interrelación: desarrollo de técnicas específicas referidas a la relación interpersonal como reuniones, negociación, liderazgo, ventas, conducción del equipo humano, resolución de problemas, relaciones con el cliente, toma de decisiones, tratamiento de conflictos…
2. Técnicas de enriquecimiento de los patrimonios personales: desarrollo de técnicas específicas para que las personas logren un desarrollo de los factores de personalidad, capacidades de Comunicación Verbal y no verbal, actitudes, motivaciones, emociones, comportamientos, impulsores, manejo del estrés.
Combinando ambas dimensiones de la reingeniería, las personas se asocian en un proyecto común compartiendo responsabilidades.
Así nos encontramos con que es fundamental para todo directivo tener herramientas para conducir a su grupo humano, alcanzar los objetivos, lograr una empresa competitiva, ayudar a las personas en su desarrollo y potenciar la labor de equipo.

Cuando el proyecto de reingeniería considera los aspectos de personal, el valor del capital humano toma un nuevo significado y surge la conciencia de que la clave para el éxito está en la fuerza laboral.

Basado en una fotocopia del IESERH…no tiene datos de autor.

Comunicación Asertiva

“La comunicación interpersonal es un arte” rezaba un apunte de la materia Planificación, y me llamó la atención…¿que tiene que ver con Planificación, la comunicación efectiva?, y profundizando en el tema descubrí que para que una planificación estratégica nos de los resultados esperados debemos tener una comunicación eficaz y ser asertivos en nuestras relaciones.

La Comunicación Asertiva no es una técnica con pasos específicos a seguir, es un conjunto de principios básicos que una vez que son dominados a través de la experiencia de aplicarlos en “todos” nuestros vínculos y entornos resulta una llave para obtener excelentes resultados, ya sea que tengamos entrevista con un cliente, jefe o superior, estemos frente a una negociación, presentando una propuesta, capacitación o defendiendo un proyecto organizacional; pero también es totalmente aplicable durante una cena en familia, una propuesta de matrimonio, una conferencia de prensa o una reunión con amigos.
Son habilidades que se pueden aprender y reafirmar.

Saber expresar y defender nuestras posturas, lo que sientes y piensas, y obrar en consecuencia, sin pasividad o agresividad es tener un comportamiento asertivo.

Debemos aprender a escuchar y observar la conducta del otro, luego determinar su estilo de comportamiento. Nuestra inteligencia emocional debe ser la correcta y debemos manejar nuestros sentimientos frente a los demás para no tener conductas agresivas o pasivas.
Al determinar cómo es el tipo de público a quien me dirijo, puedo comprender su postura y actuar en consecuencia para presentar y defender la mía. Debemos ponernos en el lugar del otro y tratarlo asertivamente, aunque él no se comporte de igual manera.

Principios para trabajar en nuestras comunicaciones

  • Firme comunicación visual: Saber mirar con serenidad y sin titubeos a otra persona.
  • Buena Postura: Saber estar erguido y moverse suavemente y con naturalidad.
  • Ademanes Naturales: Estar relajado y actuar natural cuando hable.
  • Ropa Apropiada: Vestirse apropiadamente para el medio.
  • Voz y Variedad Vocal: Usar la voz como instrumento sonoro y resonante.
  • Atraer la atención del que escucha: Mantener un activo interés y la atención de cada persona con la que usted se comunica.
  • Uso efectivo del humor: Saber usar el humor, para crear un lazo entre Usted y la persona que lo escucha.
  • Ser uno mismo: Ser auténtico.
  • Uso efectivo del lenguaje y las palabras: Usar el lenguaje de una manera clara y apropiada, con pausas y sin muletillas.
  • Utilizar vocabulario asertivo: “Yo pienso”, “Yo siento”, “Yo quiero”.
  • Palabras de colaboración (“Vamos a ver”, “¿Cómo podemos resolver esto?”, Me gustaría resolver juntos el inconveniente ¿Cómo podría ayudarte?).
  • Demostraciones de interés por el otro (“¿Qué piensas tú?”, “¿Qué ves?”)

Fuentes:

  • Apunte Año 2010 de la materia Planeamiento del IESERH
  • Tomo 6 “La comunicación” de la Enciclopedia “Grandes Temas” Editorial Salvat (nunca desestimes la biblioteca de los abuelos)

Te dejo un video a modo de ilustración, aquí también hacen referencia a la importancia de repetición de una postura y el centrarse en lo relevante.
Aplica estos conceptos, llévalos a la práctica y asómbrate de los resultados, que tengas una excelente semana!!

Borrar los mensajes de la infancia para desarrollar la potencialidad humana

Ubiquémonos en una situación común, un profesional excelente que ha estudiado por años una carrera y se capacita en la misma constantemente es ascendido. En ese momento inician los conflictos porque , salvo que la empresa ofrezca entrenamiento a su personal, el exitoso profesional debe comenzar a desarrollar una tarea para la cual no fue preparado: Mandar.

Actualmente el sistema educativo no contempla a conciencia la formación humanística, más que un par de charlas de liderazgo aveces , por lo que las relaciones interpersonales en las empresas se vuelven muy dificultosas y esto afecta a los objetivos de las mismas.
Los pequeños ciudadanos en etapa de formación aprenden que hay dos tipos de personas, las que tienen plata, poder y mandan y se aprovechan de los demás, y las que son pobres tienen que obedecer y ser víctimas pasivas sometidas que viven simplemente conformándose.

Adquirir Autonomía

Opuesta a esta dependencia está la autonomía, para poder saltar esa barrera es necesario estudiar, prepararse, analizarse, aprender a comprender las emociones, percepciones, motivaciones, conductas y actitudes, de esta manera se logra tener plena conciencia de las situaciones, las personas, sus necesidades y sus carencias educativas, estas son las bases para la Reingeniería Humana.

Para adquirir autonomía se deben eliminar los mensajes verbales y actitudinales recibidos durante la infancia, debemos limpiar de nuestra memoria de las maneras negativas de comportarse, pensar, sentir y percibir que aprendimos cuando niños.

Hay que aprender a disfrutar del trabajo bien hecho y del descanso, trabajar y hacer las cosas bien para que nuestro tiempo y esfuerzo no sea en vano, y dejar las quejas a un lado. Los problemas, las fallas y los errores siempre suceden, pero no son una calamidad, son una nueva oportunidad de utilizar nuestra inventiva e imaginación para encontrar el camino correcto hacia el éxito y la concreción de los objetivos.

El Rol de los directivos

El departamento de RRHH, gerentes y líderes deben aprender a desarrollar a las personas, deben aprender a sacar lo mejor de ellas comenzando por darles confianza en si mismas para poder lograr una gestión eficiente que satisfaga a los clientes.
Como ya hemos hablado varias veces, el éxito del equipo es reflejo de un buen líder, pero ese éxito se logrará si el equipo es emprendedor, profesional, dinámico, participativo y que por sobre todas las cosas confía en su empresa, sus líderes, sus compañeros y en si mismo.

El éxito se logrará si el equipo es emprendedor, profesional, dinámico, participativo y que por sobre todas las cosas confía en su empresa, sus líderes, sus compañeros y en si mismo.

Entradas relacionadas:

Empleados sin sueños…empresas sin alma.

Una empresa que se precie de moderna, actual, emprendedora, competitiva e incluso, de tradición, no puede concebirse así misma sin una visión que la oriente hacia el destino que ella misma se ha propuesto.

Esa visión, ese sueño lo es todo y lo representa todo. La misión depende de ella, las políticas, normas, reglas, las estrategias y tácticas, objetivos y metas orbitan a la visión con el firme propósito de hacerla real, concreta e impactante.

Sin la visión la empresa no tendría un “plan de vuelo”, un destino a donde llegar, o, al menos, donde verse “aterrizando” con tino y seguridad. No habría un “hacia dónde” ni un “para qué”, solo habría incertidumbre, azar, anarquía y desorden. La visión es el fin y a la vez es el principio. Sin ella no se puede comenzar la empresa y difícilmente sin ella no se puede terminar creando un legado. Pero, ¿es la visión únicamente vital para la empresa?

Pensar que sólo las empresas requieren de una visión es utópico. Todos y todo requiere de un punto, un destino, una cúspide que alcanzar. De un sueño… o muchos de ellos.

Es tradicional e incluso exigible que los empleados al iniciar sus labores en la empresa sepan cuál es la visión de ella, hacia a dónde se dirige, lo que espera ser y lograr; incluso se pretende que los éstos no sólo conozcan la misión, sino que la adopten como propia y se comprometan a hacerla posible durante su permanencia en la organización, pues se entiende que el esfuerzo conjunto y coordinado será crucial para el alcance de ese importante sueño, y eso está bien.
Lo que no está bien es que la empresa, entendida ésta en el concepto tradicional, se preocupe más por hacer que sus empleados o colaboradores conozcan su sueño que por conocer los que, de manera individual, cada uno de ellos tiene y también desean cumplir.
Es cierto, las empresas no han sido concebidas para que las personas, haciendo uso de ellas, materialicen sus sueños. Su sentido mercantil y capitalista está dispuesto a generar productos y servicios que a la vez, en algunos casos, agregarán valor a la sociedad y ganancias a sus accionistas y propietarios, no hay duda de ello, así debe ser.
No obstante, las empresas sí son un vehículo, un dispositivo, un instrumento que coadyuva al logro de los sueños individuales de sus empleados o colaboradores, pues de lo contrario no se estaría hablando de una empresa, en el sentido moderno del concepto, sino de una especie de esclavitud contemporánea donde el empleado, o en ese caso, el neo-esclavo, sólo debe cumplir con su tarea y nada más.

Los sueños de los empleados son tanto o más importantes que los de la empresa misma.

Si se ha entendido ya el concepto de la coestima, queda claro que los sueños son el combustible que hace posible que los motivos y propósitos de los individuos se conjuguen y engranen para darle concreción a la expectativa colectiva sin menos cabo de su propia expectativa.

Si los empleados no ven posibilidades de lograr sus sueños dentro de una organización, permanecerán en ella hasta que aparezca un sustituto, en el mejor de los casos, que le provea de esa posibilidad, haciendo uso consciente o no de la “teoría del saltamontes” y demostrando que se es fiel a algo o a alguien mientras no aparezca un sustituto que ofrezca similares condiciones con menos esfuerzo y mayores comodidades.
Así como se habla de las competencias de los individuos, su conocimiento y su experticia como parte del valor intangible de la empresa -del “capital humano”-, los sueños deben ser vistos como un elemento indispensable para mantener viva a la empresa, pues de ellos, de todos los sueños que poseen quienes la conforman, está constituida el alma de la empresa.
Uno de los errores que se han arrastrado desde la revolución industrial y hasta el presente, es que se ha “direccionado” la idea de la visión como “alma” de la empresa únicamente a su creador o ideólogo, “endiosando” la figura de éste como el visionario capaz de ver lo que nadie observó y que hizo posible la empresa exitosa y pujante que ahora se ostenta; cuando en realidad tal acción, si bien importante y significativa, no hubiese tenido lugar sin un importante número de personas que apostaron a ella y observaron la posibilidad de cumplir sus sueños materializando el sueño de otro.
Ignorar que no son las ideas, ni los conceptos, si las normas, ni la supervisión e incluso ni la comunicación que se ofrezca a las empresas lo que las hace lo que son es negar lo obvio. Son los sueños, su conexión, su intercambio y la posibilidad de concretarlos los que construyen los verdaderos emporios.

Las personas trabajan en las organizaciones porque en ella encuentran elementos que sustentan sus necesidades básicas, sociales y económicas, sí, muy cierto, pero sobre todo se mantienen en ellas porque esperan que los sueños que individualmente poseen se hagan realidad en ese escenario.

Cuando es así se prolonga la relación empleado-empresa-satisfacción, el desempeño es el esperado, el vínculo identificación-compromiso se nivela y el famoso ganar-ganar nombrado por Covey es la orden del día. Pero cuando la empresa no es un lugar ideal para que los sueños se siembren y se cosechen se presentan dos escenarios inevitables. El primero es la constante rotación de personal, precedida por bajo rendimiento y un ambiente laboral pesado. El segundo tiene que ver con un desempeño promedio, una actitud pasiva y desinteresada por parte del personal que envía un constante mensaje –usualmente ignorado- de resignación, pues, suele ocurrir, que las necesidades básicas, sociales y económicas se imponen al deseo de alcanzar los sueños con los que originalmente se contaban.
Cuando los sueños desaparecen del inventario colectivo, la empresa se transforma en un organismo con vida vegetativa, en pocas palabras, pierde el alma. Puede contar con una visión, su sueño particular, pero la ausencia de conexión de ese sueño con los que hacen posible se iguala a una ruptura del sistema límbico del cuerpo humano con el resto de los órganos, impidiendo con ello ofrecer respuestas ante los estímulos emocionales a los que se le someta, independientemente que, a simple vista, el cuerpo posee todas las partes y órganos que necesita para operar.
Las empresas donde los sueños de los empleados han sido frustrados o degradados a un tercer plano, entendiendo que el primer plano corresponde a la visión empresa y el segundo al que la unidad responsable en donde trabaja haya interpretado de ésta, son fáciles de reconocer por lo pesado del ambiente, la falta de celeridad en los procesos, el desorden físico y emocional de las áreas donde se labora y los constantes problemas que se presentan en todos los niveles y subniveles que la conforman. La ausencia de planificación o la falta de seguimiento de los planos, la baja calidad de sus productos y servicios aún cuando se cuenten con las políticas y los mecanismos que se suponen deben garantizarla así como la inequívoca falta de identificación y vínculos emocionales con la empresa. Es simple, la gente trabaja ahí porque no se le ha presentado otra oferta para retirarse y, tal y como ha hecho organización, ha puesto sus sueños en un peldaño distinto al principal.
Esas empresas actúan en sus mercados como “zombies organizacionales” cuya función básica es la de alimentarse (ofrecer lo que hacen y cobrar por ello) sin ofrecer valor a la sociedad, a su gente e incluso a sí misma.
Sería innecesario describir las empresas donde los empleados consiguen de manera satisfactoria ejercer sus labores y a la vez alcanzar sus sueños, ya sean personales, profesionales o familiares. Sus características saltan a la vista, pues no solo el empleado, tanto el cliente como el proveedor, sienten un impulso casi sobrenatural de estar relacionados con ella y la exponen como ejemplo y motivo de admiración.
Los sueños de los empleados son variados, pueden ser muy simples o muy elaborados, si bien como empresa no se está obligado a hacerlos realidad, no se pierde nada ofreciendo mecanismos, facilidades, oportunidades y medios que ayuden a los empleados, colaboradores o socios a alcanzarlos. Es sencillo, si el empleado se siente realizado y feliz, trabajará con comodidad y esmero, ello se traducirá en ventas de productos y servicios de alta calidad, lo que a su vez atraerá clientes y mantendrá cautivos a los que se poseen, eso se traduce en ganancias, permanencia y liderazgo para la empresa y todo, todo ello por servir de medio para alcanzar sueños que, a fin de cuentas, no le ha costado nada a la empresa.

Un dicho popular reza “soñar no cuesta nada”, y es así, pero cuando dejamos de soñar lo perdemos todo, pues es precisamente los sueños, las expectativas los que propician las conductas más creativas y emotivas de los seres humanos. Si las empresas no son capaces de entender que deben administrar sabiamente los sueños de quienes la hacen posible, aprovechando el potencial energético que ellos contienen y que fungirá de verdadero combustible para mantener atento, dispuesto y feliz a los empleados; si las empresas no logran comprender esto continuarán atesorando sistemas, procesos, políticas, edificios y cuanto “materialmente” les sea posible, pero hagan lo que hagan siempre orbitarán en los mismos males que han aquejado a las organizaciones por más de cien años y que solo unas pocas han logrado superar con éxito. Poseerán todo lo que su cuerpo empresarial necesita para degustar el éxito, pero, al ignorar los sueños de sus colaboradores, se habrán condenado a vivir sin alma.

Autor: Félix Socorro

El concepto de ECRO y el método dialéctico

Enrique Pichón Riviere, considera a la Psicología social como una crítica de la vida cotidiana. Y en esta permanente interrogación de lo cotidiano, se cuestionan nuestras prácticas en tanto tienden a naturalizarse. Y en este sentido la interrogación de las praxis las desnaturaliza, permite situar los hechos como «hechos» es decir sujetos productores/producidos por redes de producciones sociales.

«Los conflictos sociales golpean en el núcleo básico, la familia. Allí es donde todas las privaciones tienden a globalizarse, donde se configura una estructura depresiva que encontrará un «chivo emisario» en uno de los miembros de la celula.»(…) (pero) la psicología social no pone su acento en la familia, lo pone en la interacción entre la familia y la sociedad» (EPR, 1985)

ECRO

«Conjunto organizado de conceptos generales, teóricos, referidos a un sector de lo real, a un determinado universo de discurso, que determinan una aproximación instrumental al objeto particular –concreto-. El método dialéctico fundamenta este ECRO y su particular dialéctica»
´Pichón Riviere 

La concepción del ECRO está influida por varias vertientes a saber:

  • El psicoanálisis, como el trabajo de lo implícito
  • El existencialismo, en tanto implica el trabajar/trabajar-se
  • Los aportes de Kurt Lewin, en tanto introduce la idea de conflicto (cambio y resistencia al cambio), el cambio dinámico y la investigación-acción.
  • La epistemología de Gaston Bachelard: el autor introduce una reflexión respecto a los obstáculos espistemológicos que impiden el entendimiento de una teorización. Riviere hablará de obstáculos «espistemofílicos», impedimentos vinculados al miedo y la ansiedad que moviliza todo conocimiento. Esto se relaciona con la idea de «aprender a aprender/aprender a pensar» permite pensar los dilemas en problemas, esto es, una vía para superar los obstáculos epistemológicos.
  • El materialismo histórico: Riviere propone una lectura materialista histórica del psiquismo. Parte así de los opuestos necesidad/satisfacción. Los seres humanos, por necesidad, establecen relaciones de producción, lo cual da lugar a un orden social. Los procesos psíquicos se fundamentan entonces en las relaciones materiales que hombres y mujeres producen para satisfacer sus necesidades. 
  • Surrealismo: este movimiento se caracteriza por su vocación de cuestionar lo cotidiano y la capacidad de asombro, la capacidad creativa de las masas.
  • El interaccionismo simbólico de Geroge Mead: si la persona es un emergente social, entonces, la conducta es una respuesta al grupo social Riviere complejiza estos conceptos sumando los aportes de psicoanálisis.

Es importante considerar que la noción de ECRO se funda en el método dialéctico. De acuerdo a la exposición de Graciela Jassiner:
1. Mundo interno / Mundo externo
Es esta el primer par de contrarios. Los procesos psíquicos se comprenden como una interrelación entre lo interno y lo externo. El mundo interno refiere a un aparato psíquico organizado a partir de una estructura grupal inconciente. En muchos casos se homologa el «mundo interno» al «grupo interno» que es una reconstrucción fantseada de las relaciones que el sujeto produce, en otras palabras, una suerte de reconstrucción interna de una red vincular interna.

2. Individuo / Grupo
El individuo es el emergente de una situación grupal. De esta manera se resuelve la oposición. Por ejemplo, un grupo familiar enfermo «deposita» la locura en uno de sus miembros.

3. Necesidad / Satisfacción
Para satisfacer sus necesidades, el sujeto se vincula con otro por lo tanto, el vínculo está promovido por la necesidad y la satisfacción. La necesidad es la que produce los vínculos y es la instancia que supera la oposición de los contrarios.

En definitiva, el ECRO es concebido como un esquema conceptual en tanto supone una visión totalizadora, en el sentido de abarcadora de la realidad grupal. El ECRO es un instrumento para la aprehensión del sector de la realidad que queremos estudiar. Así lo referencial alude a este campo que se quiere abordar. Y el término operativo, supone que el ECRO incluye un trabajo, una tarea que llevar a cabo. Y esa tarea es el modo en que el grupo recorrerá un camino. La psicología social está orientada hacia el cambio. Un grupo será operativo solo si produce cambios, tanto a nivel vertical (la historia singular de cada miembro inserto en el sistema) como en la historia horizontal (el aquí y ahora grupal). Esto supone que a través de una tarea explicita, se elaboren los miedos al ataque y a la pérdida ocasionados por una nueva situación, esto conforma la tarea implícita. Al cuestionarse lo cotidiano, se cuestionan las prácticas institucionales y se desnaturalizan las relaciones de poder.

Bibliografía
ZITO LEMA, VICENTE (1976), Conversaciones con Enrique Pichón Riviere. Sobre el arte y la locura. Cap: «La Psicología Social. Sus fundamentos. El esquema conceptual, referencial y operativo», Ediciones cinco, Bs. As., pp. 103-114.

Liderazgo

Un Referente surge por nombramiento, un Líder surge por el reconocimiento de su equipo.

El liderazgo se entiende como el proceso de influir en el comportamiento de una persona o grupo para la consecución de una meta.
Para ejercer el liderazgo en necesario desarrollar un potencial de influencia. Este es el recurso que capacita al líder para inducir a los colaboradores a que cumplan con una tarea determinada y de una forma determinada.
Influir: Producir ciertos efectos sobre una persona.
Los psicólogos sociales John French y Bertram Raven (en un estudio de 1959) desarrollaron un esquema de cinco categorías de influencia que reflejan los distintos recursos sobre los que se apoyan los líderes para ejercerla.
  • Influencia Legítima: la influencia legitimada se refiere al poder de un individuo gracias a su posición y obligaciones dentro de una organización. La influencia legitimada es una autoridad formal. 
  • Influencia de Experto: ésta influencia es la que deriva de las habilidades o conocimientos de la persona (experto) y de las necesidades de la organización de estas habilidades. Al contrario de las otras, este tipo de influencia es fuertemente específica y limitada al área particular en el cual el experto está capacitado.
  • Influencia de Recompensa: la influencia de recompensa depende de la capacidad de otorgar recompensas materiales; se refiere a cómo el individuo puede dar a otros una recompensa de algún tipo como beneficios, tiempo libre, regalos, promociones, incrementos salariales o de responsabilidad.
  • Influencia de Coacción: ésta influencia se basa en la capacidad para imponer castigos por parte de quien influye. Se podría referir a la capacidad de eliminar o no dar recompensas. Es el deseo por recompensas con valor, o el miedo por que se las quiten, lo que asegura la obediencia del grupo. El poder de coacción tiende a ser el menos efectivo de todos las formas de poder, al formar resentimiento y resistencia. 
  • Influencia de Referente: se refiere a la habilidad de los individuos para persuadir o influir a otros. Está basado en el carisma y las habilidades interpersonales de quien tiene el poder. Aquí la persona se identifica con el influyente y trata de actuar como él.
Estilos Clásicos de Liderazgo
Desde una perspectiva clásica se han identificado principalmente tres estilos básicos de liderazgo; el estilo participativo, el estilo autoritario y el estilo liberal, que desarrollan contenidos propios en base al tipo de decisiones que toma cada estilo, a como se ponen en práctica la estrategia y objetivos, en que forma se llevan a término los procedimientos y las formas de trabajo y por último, cuáles son los criterios de evaluación que se utilizan.
Estilo participativo: Utiliza la consulta para practicar el liderazgo. No delega su derecho a tomar decisiones finales y señala pautas específicas a sus colaboradores pero consulta sus ideas y opiniones sobre muchas decisiones que les incumben. Si desea ser un líder participativo eficaz, escuche y analice seriamente las ideas de sus colaboradores y acepte sus contribuciones siempre que sea posible y práctico.
Estilo autoritario: Asume toda la responsabilidad de la toma de decisiones, inicia las acciones, dirige, motiva y controla al empleado. La decisión se centraliza en el líder. Puede considerar que solamente él es competente y capaz de tomar decisiones importantes, puede sentir que sus colaboradores son incapaces de guiarse a sí mismos o puede tener otras razones para asumir una sólida posición de fuerza y control. La respuesta pedida al equipo es la obediencia y adhesión a sus decisiones.
Estilo liberal: Delega en sus subalternos la autoridad para tomar decisiones. Espera que los subalternos asuman la responsabilidad por su propia motivación, guía y control. Excepto por la estipulación de un número mínimo de reglas, este estilo de liderazgo, proporciona muy poco contacto y apoyo para los seguidores. Evidentemente, el colaborador tiene que ser altamente calificado y capaz para que este enfoque tenga un resultado final satisfactorio.
El Perfil de un Lider
Con cierta frecuencia cuando se trata el tema de liderazgo, surge la pregunta sobre cuáles son las capacidades que debería tener un líder, y que también habitualmente lleva implícita otra pregunta; el líder tiene unas cualidades básicas innatas o por el contrario el conjunto de capacidades que debe poseer un líder pueden ser aprendidas y por tanto adquiridas. Una única respuesta no es fácil para una cuestión relativamente compleja.
Diversos estudios de los perfiles de las personas que ejercen liderazgo permiten aproximarnos a la cuestión apuntada. Las actitudes mentales de estas personas tienen que ver con la ausencia de dogmatismo, lo que conlleva una conciencia de su subjetividad y relatividad de las propias opiniones. Estamos hablando de flexibilidad intelectual y apertura a los demás estableciendo verdaderas relaciones interpersonales entre el líder y sus colaboradores.
De esta forma, encontramos tres aspectos claves en el desarrollo de las habilidades del líder.
  • El primer aspecto clave es el conjunto de habilidades “técnicas” que hacen referencia a la capacidad de utilizar los conocimientos adquiridos. 
  • El segundo aspecto clave es el conjunto de habilidades “humanas” que incluye la capacidad y competencia para trabajar con personas y equipos. 
  • El tercer aspecto clave a considerar es el conjunto de habilidades “conceptuales” que tienen que ver con la capacidad para comprender a la organización; tener visión sobre ella y saberla transmitir.
En general en cualquier estilo de mando influyen dos factores psicológicos:
  • Resultados
  • Personas
Éxito vs. Eficacia
Éxito = Resultado
Eficacia = Efecto
Liderazgo Situacional
Supongamos que un líder quiere influir sobre un colaborador, para que cambie su comportamiento en relación a una tarea determinada. El intento tendrá éxito o no, en la medida que el colaborador realice lo propuesto.
Aunque haya tenido éxito si el colaborador ha realizado el trabajo sólo a causa de la posición del líder, habrá tenido éxito pero no habrá sido eficaz. Por el contrario, si en el intento de liderazgo que se ha propuesto el líder, el colaborador ha realizado el trabajo porque así lo desea y le resulta gratificante, entonces podemos considerar que el líder además de tener éxito ha sido eficaz.
Nuestro objetivo ha de ser no sólo actuar con éxito, sino también ser eficaces. Los líderes con éxito y eficaces deben “acomodar” su estilo de liderazgo para que satisfaga las demandas de la situación.
Es necesario conocer qué estilo de liderazgo debemos emplear en cada situación, a esto le llamamos liderazgo situacional.
Factores del liderazgo situacional
El liderazgo situacional es la integración de tres conceptos: El factor tarea, el factor relación y el factor madurez.
  • El factor tarea (conducta directiva) se refiere a los comportamientos del líder para comunicar lo que debe hacerse, el qué, el cuando, el cómo y el dónde.
  • El factor relación (conducta de apoyo) incluye la comunicación bilateral y el apoyo emocional.
  • El factor madurez expresa el grado de aptitud y voluntad del colaborador. Es la capacidad (competencia) y disposición (compromiso) para dirigir el propio comportamiento. Siempre, por tanto, es un concepto relacionado con la madurez para desarrollar una tarea específica y no con la madurez mental del individuo. Esta madurez del colaborador indica el estilo de liderazgo con mayor posibilidad de eficacia. El estilo de liderazgo no debe adapta rse al grupo en gral, sino a cada colaborador en particular.
La madurez es la combinación de Competencias y Compromiso
Las Competencias son la suma de:
  • Conocimientos
  • Habilidades
  • Experiencia
El compromiso es la suma de:
  • Confianza
  • Motivación
  • Seguridad
Concretamos algunas conclusiones parciales:
  • No existe un modo óptimo de proceder para influir en los demás.
  • El estilo de liderazgo depende del nivel de madurez del colaborador.
  • Debemos evaluar este el nivel de madurez.
  • El líder debe tratar de ayudar a aumentar este nivel en la medida en que se pueda y se quiera.
El nivel de madurez del colaborador puede identificarse en cuatro posibilidades:
  • El nivel M-1 expresa bajo nivel de competencias y bajo compromiso. En este nivel los individuos no son competentes para hacer un determinado trabajo (conseguir un objetivo concreto) y no están motivados para el logro del mismo.
  • El nivel M-2 se refiere a los individuos con bajo nivel de competencias y alto compromiso. No son competentes (conseguir un objetivo concreto), pero si están motivados para el logro del mismo.
  • El nivel M-3 engloba a las personas con alto grado de competencias y bajo compromiso. Estas personas son competentes para realizar un trabajo (conseguir un objetivo concreto), pero no están motivados para el logro del mismo.
  • Por último el nivel M-4 explicita a individuos con alto nivel de competencias y alto compromiso. Son competentes para hacer este trabajo y están motivados para el logro del mismo.
El progresivo aumento de madurez, debe siempre gratificarse con refuerzos positivos y apoyo emocional (comportamiento de relación). Al mismo tiempo, cuando se llega a niveles elevados de madurez, el líder debe disminuir la cantidad de control y relación.
Y al contrario, cuando el rendimiento y la motivación bajan, el líder debe evaluar de nuevo el nivel de madurez y actuar en el nivel en que se encuentren. Cuando hemos identificado el nivel de madurez del colaborador deberemos aplicar el estilo de liderazgo adecuado a cada nivel.
ESTILOS DE LIDERAZGO SITUACIONAL:
Los cuatro estilos de liderazgo situacional se identifican como Dirigir, Persuadir, Participar y Delegar. Estos cuatro modos de ejercer el liderazgo, encierran cuatro posibilidades para combinar la cantidad de tarea y la cantidad de relación que debe darse en función de los niveles de madurez de los colaboradores:
  • A la conducta de elevada tarea y escasa relación la denominamos DIRIGIR, porque este estilo se caracteriza por la comunicación unilateral descendente, mediante la cual el líder designa el papel de los colaboradores y les dice qué tarea deben realizar, cómo, cuando y dónde han de realizarla.
  • A la conducta elevada tarea y elevada relación la denominamos PERSUADIR, porque este estilo se caracteriza por la comunicación bilateral y el apoyo emocional y convencer al colaborador sobre el trabajo u objetivo que ha de llevarse a término.
  • A la conducta de elevada relación y escasa tarea la denominamos PARTICIPAR, porque en este estilo líder y colaborador participan en la tarea de decisión mediante la comunicación bilateral y una conducta facilitadora por parte del líder ya que los colaboradores tienen la habilidad y el conocimiento para realizar la tarea.
  • A la conducta de escasa tarea y escasa relación la denominamos DELEGAR, porque este estilo implica que el colaborador tiene la total iniciativa. El líder delega porque el colaborador tiene un alto nivel de madurez, es decir desea y es capaz de responsabilizarse frente a la tarea dirigiendo así su propio comportamiento hacia la consecución de la tarea.